"Este fue el primer disco de Flying Saucer Attack que escuché, más o menos cuando salió a la venta. Y desde entonces, puedo decir sinceramente que he escuchado este disco al menos una vez a la semana, normalmente más. Aparte de ser fácilmente uno de mis discos favoritos de todos los tiempos, encuentro que también tiene muchos usos variados. Puede borrar por completo la presencia de un parlanchín incesante cerca de ti en un vuelo, con mucha más eficacia que cualquier auricular con cancelación de ruido. Y, lo creas o no, a un volumen alto realmente cura los dolores de cabeza, una afirmación que no está respaldada por la FDA, pero créeme, funciona.
Aquí está la belleza de este disco: Si tuvieras que aislar cada sonido por separado en cualquier canción en particular, sería la cosa más desagradable e inquietante imaginable. He descrito este álbum como el sonido de aproximadamente una docena de reactores Lear al ralentí con sus motores a diferentes revoluciones. Otras veces, quizá sea una sinfonía de secadores de pelo y sopladores de hojas. Pero cada canción es la suma PERFECTA de sus partes, todas ellas formando las canciones más hermosas (énfasis en el COMPLETO) que existen."
-Rob Barber