California Gothic al ritmo de las mareas del Pacífico y en sintonía con las vías metabólicas de la costa noroeste. Porras (Barn Owl) ha escrito un poema de amor a la niebla, una plegaria lanzada en fantasmales reflejos de guitarra y profundos charcos de distorsión. La ominosa apertura de "Gray Dunes" es una neblina densa e impenetrable, un miedo que acaba sucumbiendo a la distorsión, pero que da paso a un interminable espacio abierto de retardo en su segunda mitad. Su trayectoria es simbólica del disco en su conjunto, con muchos de los caminos más oscuros de 'Undercurrent' que conducen a otros mundos exuberantes de delicada belleza, frágiles notas de guitarra que emergen del mar por un momento o dos y luego se desvanecen de nuevo en el conjunto. Calm' y 'Lands End' son encantadores puntos de respiro, claros rayos de luz de luna que se abren paso entre las nubes, un disparo de luz que da paso a la solitaria bajada funeraria de la más cercana 'Gaze'. (Root Strata)