Este último trabajo de Vanity Productions es una turbulencia calmada con cuidado, y marca un punto álgido en la evolución del proyecto.
Como seudónimo del cofundador de Posh Isolation, Christian Stadsgaard, "Only the Grains of Love Remain" tiene un carácter profundamente privado y a la vez ferozmente empático. A caballo entre su trabajo en colaboración con Loke Rahbek como Damien Dubrovnik, así como The Empire Line con Varg y Iron Sight, por nombrar sólo la actividad más reciente de Stadsgaard, la intimidad reservada a Vanity Productions es quizá un paso necesario. Que la experimentación emotiva genere un soliloquio tan conmovedor es una marca de agua sorprendente, que presenta 'Only the Grains of Love Remain' como el trabajo más elocuente del proyecto hasta la fecha.
Tras "Mardini" el año pasado, "Only the Grains of Love Remain" emprende una ruta delicada y decidida por el terreno de Vanity Productions. Trazado con la métrica de la musique concrète, hay una sensación incómoda entre la repulsión culpable y el anhelo cósmico capturado en los momentos de armonía. La disolución de estas pequeñas ráfagas de claridad a través de la agonía no es, sin embargo, una cuestión de explorar la intensidad con el volumen, u otros dispositivos y motivos similares. Con una precisión casi amarga, Stadsgaard pincha continuamente los elementos compositivos de base con patrones inquietantemente distantes de crujientes aleaciones sintéticas. Cuando los pasajes góticos y ponderados se deshacen en apacibles mesetas, se produce una sensación de codiciado respiro de la química suprarrenal del cuerpo. La temporalidad queda suspendida, lo suficiente para incitar a la reflexión.
A medida que la obra navega por el entramado de decisión/indecisión, testigo/actor, caída/vuelo, como quiera que sea, uno tiene la sensación de que la imagen posterior del ruido que se articula acaba dando paso a una mayor emisión catártica que "Only the Grains of Love Remain" documenta: la vida, el amor y el pensamiento.