Después de dos años, Carl y Andreas presentan su segundo álbum y, una vez más, nos abre un amplio espacio asociativo. Lo que nos llama la atención inicialmente es la instrumentación poco común: un órgano de iglesia, un clavicordio, tubos de vidrio y mucho más. Como su primer álbum (The Aporias of Futurism), es misterioso y oscuro. Pero también lleva un fuerte toque de rebeldía y adrenalina, a veces de forma bastante punzante. Las piezas son ahora más cortas y presentan ritmos intrincados pero irresistibles. El impacto es inmediato, pero mantiene un sentido de solemnidad y ceremonia. La complejidad apolínea de los ritmos y los sutiles entretejidos melódicos se transforma en un contexto dionisíaco, extático, hipnótico y, en ocasiones, tribal. "Música para rituales desconocidos" oscila entre instintos primitivos e intrigas vanguardistas.

El proceso comenzó en Döblitz, un pequeño pueblo a orillas del río Saale, en Alemania, en el interior de una antigua iglesia que alberga un órgano construido en 1886 por Johann Adolph Ibach. Carl y Andreas consiguieron acceder y se recluyeron allí durante unos días, acompañados por el órgano, un instrumento hecho de tubos de cristal, y un conjunto de sintetizadores modulares. Tras grabar las pistas básicas en Döblitz, el trabajo continuó en Múnich y Berlín. Carl tocaba guitarras eléctricas, clavicordio, bajo, metalófono, xilófono, armonio indio y diversos instrumentos de percusión. Andreas añadió capas de sonidos electrónicos, ruidos y zumbidos atmosféricos. También creó estructuras percusivas extraídas y derivadas de material grabado de ruidos técnicos e industriales, que contrastaban con la batería acústica tocada por Carl. El enfoque antitético continúa con la disposición dicotómica de los instrumentos, a menudo paneados con fuerza a izquierda y derecha en el campo estéreo, creando una comunicación antifónica. Algunas partes, especialmente el uso de la guitarra eléctrica, evocan recuerdos de los psicodélicos años sesenta. Sin embargo, no se trata de un álbum nostálgico: estas referencias musicales no son más que retazos, decorados y fragmentos utilizados desde una perspectiva contemporánea, postmoderna, postjuvenil y postromántica.

Aunque Andreas y Carl continúan por el camino elegido de componer música con una estructura narrativa casi literaria, este álbum es conceptual y formalmente completamente diferente de su primer esfuerzo. Si "The Aporias of Futurism" era un manifiesto revolucionario (en un sentido patafísico), "Music for Unknown Rituals" es más bien la puesta en práctica en acción; es la aplicación práctica de la afirmación anterior. Dicho de otro modo, si "Las Aporías del Futurismo" era el manifiesto conceptual de una oscura utopía de la modernidad, "Música para Rituales Desconocidos" es la puesta en escena del libre albedrío rindiéndose a los mitos y la catarsis de una tragedia griega. Y en respuesta a esto, la obra presenta un leitmotiv de histrionismo con las manos, siendo las manos la primera e intuitiva parte del cuerpo para expresar algo: un ritual, una plegaria, una derrota...